Los reclamos a J.A. Abreu
Por CARLOS M. AÑEZ 29
ENERO 2013
Varios escritos nuevos circulan por ahí tomando posición de crítica contra
Jose Antonio Abreu y Gustavo Dudamel por haber atendido eventos oficialistas y
haber tenido expresiones de cortesía y agradecimiento hacia las autoridades
gubernamentales venezolanas. Digo hoy, como dice uno de los autores, que
“Existen artículos que hubiera deseado no tener que escribir” … y aquí va entonces
mi reacción a tales desplantes.
En una de las cartas, un ex miembro del cuerpo consular venezolano, por lo
tanto supuesto conocedor de las normas y convenciones que se aplican en las
relaciones diplomáticas, presenta una colección de ideas incompletas, sin mucha
ilación, con las que intenta articular una crítica a las expresiones de Abreu
en el concierto en solidaridad con Chávez que se
celebró recientemente, las cuales obviamente fueron de elaborada cortesía. No
se entiende por qué la mención por parte de Abreu a la “perenne gratitud” y a
las “plegarias por la recuperación” de Chávez impulsan al ex cónsul a escribir su
artículo – que, entre paréntesis, él hubiera
deseado no escribir! - pues más adelante reconoce que “Ambos (imagino que son
Abreu y Dudamel!) tienen derecho a ser
chavistas si es el caso, eso hay que respetarlo y no disminuye en nada su
talento”.
De todos modos, ese tipo de
expresiones en relación a la enfermedad de Chávez, lo han ofrecido desde jefes
de estado hasta simples miembros de la oposición política venezolana. Por otra
parte, como lo debería entender un ex cónsul, es simplemente “de estilo” usar
una retórica alabanciosa y zalamera en los eventos oficiales a los que
concurran no solo aliados sino también representantes de incluso los más
antagónicos estamentos políticos. Todo ello, por supuesto, para facilitar la
comunicación y evitar controversias inútiles. Es más, se transforman en
noticias los raros actos que no cumplen con tal “estilo” como fueron el famoso
“¿Por qué no te callas?” del Rey Juan Carlos o los esguinces de la Merkel para
evitar el encuentro con Castro hace poco en Chile.
Reconociendo de seguidas
que Abreu es muy probable que no sea chavista, el autor pasa a recordarle al
propio Abreu (!!!) que el sistema ha sido apoyado por todos los presidentes
desde 1975 y de paso, le dice que “Su orquesta, es de todos los venezolanos, es
su legado al país entero y no a una parcialidad que desea excluir a la otra
mitad.”
Es increíble que tal posición no le impida al ex cónsul proferir
inmediatamente su acusación así: “… participar en ese acto
destinado a legitimar el mayor atentado que ha tenido el sistema constitucional
venezolano en estos últimos años, es una responsabilidad muy grande, utilizar
para ello la representación de los 400.000 jóvenes y niños que forman parte de
las orquestas, mancha su impecable trayectoria y de verdad es una lástima.”. Es muy impresionante que un profesional de la
diplomacia reaccione de esa manera tan ingenua, visceral e irracional frente a
estos hechos. Que grandes masas de
población sucumban ante el canto del populista que como el flautista los lleva
al despeñadero es terriblemente doloroso y angustiante pero que además los profesionales de la acción de Estado se
obnubilen y reaccionen como cualquier provinciano y no elaboren
intelectualmente ni siquiera las ideas que ellos mismos escriben, es patético y
deprimente.
Precisamente que la “…orquesta,
es de todos los venezolanos…” y que ellos son los representantes de los 400.000
jóvenes y niños venezolanos es lo que debe hacer que Abreu y Dudamel actúen con
el máximo de prudencia (por no decir hipocresía) diplomática. Comenzando por
reconocer que muy probablemente en esa masa de muchachos y sus familiares hay
chavistas como en toda Venezuela que tienen tantos derechos como los
antichavistas y manteniendo presente que alienar en nuestra contra a un
gobierno abusivo, ilegal y amenazante como el que tenemos es simplemente
locura, no es justo ni racional poner en peligro el apoyo oficial que se recibe
por llevarse el punto de hacer desaires y ofender inútilmente.
¿Sabrá el ex cónsul que “El
sistema” está definido oficialmente así:
“La Fundación Musical Simón Bolívar
(FundaMusical Bolívar) es el Órgano Rector del Sistema Nacional
de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido también como
El Sistema. Es una obra social del Estado venezolano fundada por el maestro José
Antonio Abreu para la sistematización de la
instrucción y la práctica colectiva de la música a través de la orquesta sinfónica y el coro como instrumentos de organización social
y desarrollo comunitario. FundaMusical Bolívar está adscrita al Ministerio del Poder Popular del
Despacho de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.”?
¿Se dará cuenta de que en
un dos por tres el gobierno chavista lo puede mandar a freír monos?
Es evidente que los
críticos de Abreu están movidos por una profunda rabia hacia lo que el chavismo
le ha causado a nuestro país. Sienten desilusión porque un líder querido y
admirado como Abreu no declare públicamente su solidaridad con la oposición
política. En otro de los escritos que han circulado una señora venezolana le
reclama que cuando ella le ha recordado el apoyo que la Creole Petroleum
Corporation le dio en los inicios de su proyecto, Abreu se queda “paralizado y
sin habla” lo cual ella interpreta audazmente como un intento del Maestro de
“tapar el pasado”. No se entiende por
qué Abreu estaría interesado en tapar el pasado pero la señora afirma que es
para falsear la fecha de fundación de “la orquesta” y hacerla coincidir con el
periodo chavista. ¿la señora estará
informada de que en el Sistema hay cinco orquestas principales, numerosas
orquestas regionales además de bandas, ensambles, coros y grupos musicales que
hacen difícil saber cuál de las actuales es la orquesta que fundó Abreu hace 40
años y que recibió la ayuda de la Creole?
Ademas, ¿qué importancia tiene eso?
¿Por qué eso se vincula con el trato que se da Abreu con el
Gobierno? ¿Por qué insultar a Abreu
insinuándole que “tiene amnesia”, que esta “enconchao”, que ha “caído bajo” y
que se “hunde en la indignidad”? Qué
barbaridad! Qué rabia subyacente! Que insolente arrogancia!
La “decepción” que sufren
el ex cónsul y la señora proviene probablemente de su encuentro con el poder
político omnímodo de esta dictadura, lo
cual no es para menos. A lo mejor, Abreu está también decepcionado pero tiene
que tragarse sus sentimientos porque él tiene la responsabilidad de lograr el
bien para los 400.000 muchachos y el público en general. ¡Qué fácil es decir como Mussolini: “Armiamoci e ándate alla guerra” (“Armémonos
y andad a la guerra”)!