1/31/2013

 Los reclamos a J.A. Abreu         

Por  CARLOS M. AÑEZ                                                                                                             29 ENERO 2013

Varios escritos nuevos circulan por ahí tomando posición de crítica contra Jose Antonio Abreu y Gustavo Dudamel por haber atendido eventos oficialistas y haber tenido expresiones de cortesía y agradecimiento hacia las autoridades gubernamentales venezolanas. Digo hoy, como dice uno de los autores, que “Existen artículos que hubiera deseado no tener que escribir” … y aquí va entonces mi reacción a tales desplantes.
En una de las cartas, un ex miembro del cuerpo consular venezolano, por lo tanto supuesto conocedor de las normas y convenciones que se aplican en las relaciones diplomáticas, presenta una colección de ideas incompletas, sin mucha ilación, con las que intenta articular una crítica a las expresiones de Abreu en el concierto en solidaridad con Chávez que se celebró recientemente, las cuales obviamente fueron de elaborada cortesía. No se entiende por qué la mención por parte de Abreu a la “perenne gratitud” y a las “plegarias por la recuperación” de Chávez impulsan al ex cónsul a escribir su artículo – que, entre paréntesis,  él hubiera deseado no escribir! - pues más adelante reconoce que “Ambos (imagino que son Abreu y Dudamel!)  tienen derecho a ser chavistas si es el caso, eso hay que respetarlo y no disminuye en nada su talento”.
De todos modos, ese tipo de expresiones en relación a la enfermedad de Chávez, lo han ofrecido desde jefes de estado hasta simples miembros de la oposición política venezolana. Por otra parte, como lo debería entender un ex cónsul, es simplemente “de estilo” usar una retórica alabanciosa y zalamera en los eventos oficiales a los que concurran no solo aliados sino también representantes de incluso los más antagónicos estamentos políticos. Todo ello, por supuesto, para facilitar la comunicación y evitar controversias inútiles. Es más, se transforman en noticias los raros actos que no cumplen con tal “estilo” como fueron el famoso “¿Por qué no te callas?” del Rey Juan Carlos o los esguinces de la Merkel para evitar el encuentro con Castro hace poco en Chile.
Reconociendo de seguidas que Abreu es muy probable que no sea chavista, el autor pasa a recordarle al propio Abreu (!!!) que el sistema ha sido apoyado por todos los presidentes desde 1975 y de paso, le dice que “Su orquesta, es de todos los venezolanos, es su legado al país entero y no a una parcialidad que desea excluir a la otra mitad.”
Es increíble que tal posición no le impida al ex cónsul proferir inmediatamente su acusación así: “… participar en ese acto destinado a legitimar el mayor atentado que ha tenido el sistema constitucional venezolano en estos últimos años, es una responsabilidad muy grande, utilizar para ello la representación de los 400.000 jóvenes y niños que forman parte de las orquestas, mancha su impecable trayectoria y de verdad es una lástima.”.  Es muy impresionante que un profesional de la diplomacia reaccione de esa manera tan ingenua, visceral e irracional frente a estos hechos.  Que grandes masas de población sucumban ante el canto del populista que como el flautista los lleva al despeñadero es terriblemente doloroso y angustiante pero que además los  profesionales de la acción de Estado se obnubilen y reaccionen como cualquier provinciano y no elaboren intelectualmente ni siquiera las ideas que ellos mismos escriben, es patético y deprimente.
Precisamente que la “…orquesta, es de todos los venezolanos…” y que ellos son los representantes de los 400.000 jóvenes y niños venezolanos es lo que debe hacer que Abreu y Dudamel actúen con el máximo de prudencia (por no decir hipocresía) diplomática. Comenzando por reconocer que muy probablemente en esa masa de muchachos y sus familiares hay chavistas como en toda Venezuela que tienen tantos derechos como los antichavistas y manteniendo presente que alienar en nuestra contra a un gobierno abusivo, ilegal y amenazante como el que tenemos es simplemente locura, no es justo ni racional poner en peligro el apoyo oficial que se recibe por llevarse el punto de hacer desaires y ofender inútilmente.
¿Sabrá el ex cónsul que “El sistema” está definido oficialmente así: 
La Fundación Musical Simón Bolívar (FundaMusical Bolívar) es el Órgano Rector del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido también como El Sistema. Es una obra social del Estado venezolano fundada por el maestro José Antonio Abreu para la sistematización de la instrucción y la práctica colectiva de la música a través de la orquesta sinfónica y el coro como instrumentos de organización social y desarrollo comunitario. FundaMusical Bolívar está adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.”?
¿Se dará cuenta de que en un dos por tres el gobierno chavista lo puede mandar a freír monos? 
Es evidente que los críticos de Abreu están movidos por una profunda rabia hacia lo que el chavismo le ha causado a nuestro país. Sienten desilusión porque un líder querido y admirado como Abreu no declare públicamente su solidaridad con la oposición política. En otro de los escritos que han circulado una señora venezolana le reclama que cuando ella le ha recordado el apoyo que la Creole Petroleum Corporation le dio en los inicios de su proyecto, Abreu se queda “paralizado y sin habla” lo cual ella interpreta audazmente como un intento del Maestro de “tapar el pasado”.  No se entiende por qué Abreu estaría interesado en tapar el pasado pero la señora afirma que es para falsear la fecha de fundación de “la orquesta” y hacerla coincidir con el periodo chavista.  ¿la señora estará informada de que en el Sistema hay cinco orquestas principales, numerosas orquestas regionales además de bandas, ensambles, coros y grupos musicales que hacen difícil saber cuál de las actuales es la orquesta que fundó Abreu hace 40 años y que recibió la ayuda de la Creole?  Ademas, ¿qué importancia tiene eso?  ¿Por qué eso se vincula con el trato que se da Abreu con el Gobierno?  ¿Por qué insultar a Abreu insinuándole que “tiene amnesia”, que esta “enconchao”, que ha “caído bajo” y que se “hunde en la indignidad”?  Qué barbaridad!  Qué rabia subyacente!  Que insolente arrogancia!
La “decepción” que sufren el ex cónsul y la señora proviene probablemente de su encuentro con el poder político omnímodo de esta dictadura,  lo cual no es para menos. A lo mejor, Abreu está también decepcionado pero tiene que tragarse sus sentimientos porque él tiene la responsabilidad de lograr el bien para los 400.000 muchachos y el público en general.  ¡Qué fácil es decir como Mussolini:  “Armiamoci e ándate alla guerra” (“Armémonos y andad a la guerra”)!