5/06/2016

EL CONCIERTO LATINO

Yo no soy músico ni musicólogo (Dios me libre!) ni critico musical (mucho menos!). Soy solamente un aficionado y amante de la música que no puede vivir sin ella. Así que, desde esa condición, quisiera darles mi reacción al Concierto Latino de Gabriela Montero que se estrenó el mes pasado en Alemania. Lo he escuchado seis veces y simplemente me fascina. El título que ella le asignó concuerda muy bien con la naturaleza de la obra. Es una oda al espíritu latinoamericano y específicamente a lo caribeño compuesta con tal pasión que conmueve a quienes, como yo, amamos esa región.
Siento como si la música del primer movimiento, "Mambo",  desplegando reminiscencias de la conga y del son cubano, me llevara por el encendido gradual  de un cálido día en una de las islas del Caribe lleno de los ritmos que acompañan la actividad cotidiana y que nunca se han desprendido de la compleja historia multirracial de nuestros países . Con una emocionante policromía de la orquesta (que "entre nosotros" podríamos calificar de "salsosa") la música termina incitando la alegría y a seguir involuntariamente el ritmo con los pies y con el cuerpo.  El bello tema enunciado suavemente al inicio, recibe un desarrollo esplendoroso de la mano de Gabriela experta en ese arte.
 El segundo movimiento "Andante moderato" me lleva a un ciclo emocional que va de un amanecer sereno frente al mar escuchando sonidos de la naturaleza tropical que parecen jugar a escondidas en el seno de una bella melodía, la cual, aunque tiene el carácter de nuestros tiempos, parece que en cualquier momento va a convocar a Pedro Vargas, o Manzanero o Juan Luis Guerra a cantar alguna estrofa. Pero no! … Se trata de una obra con un juego expresivo muy caribeño pero muy poético y magníficamente estructurado con respeto a los paradigmas clásicos. El tema principal es hermosísimo y cantábile. Cuando lo toman las maderas, en especial el clarinete, se vuelve adorable. Este Andante va de un inicio de ternura conmovedora que sigue con un desarrollo dinámico, apasionado y muy latino que culmina en un  final romántico que se esfuma con la tranquilidad de una puesta de sol,  quizá en Juan Griego.
El tercer movimiento, "Allegro Venezolano" es una preciosidad. Basado en nuestros ritmos llaneros de profundas raíces Bachianas y Boccherinianas, la Gabriela se luce explotando, como siempre hace con sus improvisaciones, la riqueza rítmica que esas raíces le ofrecen para desarrollar una estructura expresiva de gran virtuosismo, polícroma, apasionada y emocionante que estimula el aplauso por puro gusto.
El concierto se puede disfrutar en YouTube completo y es una delicia. La orquesta es la casi centenaria MDR de Leipzig dirigida estupendamente por el estonio americano Kristian Järvi quien atrapó el espíritu de la obra y mientras la dirige la goza como si estuviera en una fiesta en carnavales. Es curioso ver las diferentes expresiones de los músicos alemanes tocando esa música. Unos evidentemente divertidos y otros con apariencia tensa tratando de sonar caribeño. En mi opinión, las estrellas fueron el clarinete, la flauta y el arpa.
Creo que esta obra es probablemente la mas importante creación compuesta por una venezolana de todos los tiempos. Proviene de un estro muy nuestro que la hace ser familia cercana de obras trascendentales aunque mas pequeñas como "Guri" de Alfonso Tenreiro y sin ir muy lejos, de los chimichimitos de la Suite Margariteña de Inocente Carreño por su glosa de ritmos folclóricos, pero con la gran ventaja de que el Concierto Latino es una obra mayor. Gabriela merece un enorme aplauso y la obra una mayor difusión. No sé si  Gabriela estará de acuerdo, pero me parece que esta obra es mucho mas importante que "ExPatria".
Carlos M. Añez
Parma, mayo 2016